Muchos españoles no se dan cuenta de lo singular que es su sistema de vacaciones sincronizadas. Desde fuera parece algo que tiene bastante poco sentido. Los precios de hoteles, apartamentos de alquiler en agosto y vuelos suben muchísimo, porque casi toda la demanda se concentra en unas pocas semanas. La necesidad de sincronizar las vacaciones por temas de trabajo sincronizado (cadenas de montaje fordianos, grandes industrias) existe, pero se limita a una parte minoritaria de la población. Aún así, la fuerza de hábitos supera motivos racionales para reposicionar las vacaciones, en muchos casos.
Así, mientras España sincroniza, hay gente que plantea seriamente la desincronización de fines de semana. Se reducirían los atascos de dias laborables, la gente podría disfrutar de fines de semana más largos ocasionalmente, se reducirían las colas en las estaciones de esquí:-)...
O ¿realmente la necesidad de coordinar, de reunirse, de verse la cara de lunes a viernes y de no verla los sábados y domingos es tan grande?
Si algún dia vuelvo a montar una empresa desde cero, aprovecharé la oportunidad para buscar la respuesta a esta pregunta...
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