La semana pasada estuve presente en una charla de Jim Sterne. Además de aprender muchas cosas de como mejorar las webs he oido por primera vez hablar del concepto HIPPO.
HIPPO significa "the Highest Paid Person's Opinion in the room"; y se utiliza para explicar la política típica de decisiones en empresas.
Todos hemos vivido algún proceso de creación o de trabajo que va avanzando y ya está bastante cerca de su finalización cuando entra el HIPPO y revienta el trabajo hecho, o empieza a hacer propuestas poco pensadas y/o casi siempre subjetivas (éstas se conocen por la frases como yo creo, pienso, me gusta, no me gusta).
En estas situaciones las opiniones del HIPPO cuentan mucho mucho más que las opiniones de los demás. Los HIPPOs normalmente son los jefes; pero incluso en situaciones de poca jerarquía (reunión de colaboradores del mismo nivel) el efecto HIPPO sigue funcionando. La gente, conciente o subconcientemente, suele dar más peso a las HIPPOs que a otras opiniones independientemente de la calidad de la opinión. El poder de HIPPO crece sobre todo en situaciones donde no hay datos y analisis objetivos para tomar la decisión.
Si los salarios fueran perfectamente corelacionados con experiencia y abilidades, esto sería correcto. Pero muchas veces esto no es así. Alto salario no hace a uno experto en todas las areas de negocio.
Los HIPPOs son una realidad en cada empresa. Por eso hay que entender muy bien este concepto y tenerlo en cuenta (independientemente de si eres un HIPPO o un LOPPO). Para conseguir que la decisión sea la correcta, hay que involucrar al HIPPO lo más pronto posible en las decisiones bajo su responsabilidad. También hay que proveerle con base objetiva, para que tenga en cuenta los números reales (y reducir así la subjetividad de sus decisiones).
Un mensaje final para todos los HIPPOs (cada uno en algún momento determinado se convierte en un HIPPO): la formalización de la teoría de HIPPOs nos debería servir como mecánismo de autocontrol en determinadas situaciones cuando nos toca ser el HIPPO.
Buenísimo, Marek. A riesgo de parecer una opinión HIPPO creo que en las empresas debería haber un cupo máximo de "momentos HIPPO" para cada uno, para que aprendiéramos a informarnos antes de lanzar una opinión que puede tener mucho peso y pasar por encima no sólo de la opinión, sino también del trabajo de otras personas.
ReplyDeleteMe encanta este concepto :-)
Una experiencia personal: Creo que me he encontrado con algún HIPPO alguna vez a lo largo de mi vida, pero ocurre que, como soy más bien tímida-reservada, el HIPPO, una vez que ha expresado su "contra-propuesta" (es verdad que los HIPPOS aparecen cuando los proyectos están casi "a punto de caramelo" y con un montón de trabajo detrás), no encuentra mucha respuesta por mi parte,más bien un silencio que o le refuerza o me salva. ¡A veces los silencios actúan más de lo que nos podemos creer!
ReplyDelete(Esto es,principalmente, por no discutir y porque cuando discuto me enciendo, que tiene al go que ver mi poca "estrategia-inteligencia emocional" aunque reconozco que también alguna vez he ejercido como tal pero lo más respetuosamente posible,para evitar un estrés innecesario).¿va por ahí esta teoría?
Gloria , me alegro de que te gusta la teoría de HIPPOs. La idea de cupos HIPPO me parece buenísima.
ReplyDeleteChus , no estoy seguro de la eficacia del método de silencio. Los HIPPOs se podrían tomar como una forma de validación de su propuesta. Creo que el concepto de "aprobación por silencio" existe también en castellano...
La única manera de mitigar el efecto HIPPO es a través buen analisis con datos que apoyan la propuesta de los noHIPPOs. (LOPPOs?)
El concepto de "aprobación por silencio" que comentas, Marek, se traduce en castellano a una frase: "quién calla, otorga".
ReplyDeleteChus, me siento muy identificada con eso que dices, creo que me parezco un poco a ti, pero, como dice Marek, corremos el riesgo de que no entiendan nuestro silencio, así que yo cada vez hablo más... a veces demasiado :-[